Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. Parece que al Gobierno K se le pasó la lectura del art. 13 del pacto de San José de Costa Rica. Pero nada es gratis en esta vida...
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), a partir de la presentación de un informe en el día de ayer, denunció la cantidad de obstáculos y amenazas que se presentan al ejercicio periodístico y aseguró que la situación se agrava día a día en países de América.
Los peores del curso son Colombia, México y Venezuela; pero nuestra querida Agentina no se queda atrás.
El informe menciona que la libertad de prensa en Argentina está erosionada por la “obsesión” del Gobierno de conseguir la uniformidad del pensamiento y su “intolerancia” al pluralismo de ideas.
El documento agrega que los medios argentinos no tienen acceso a la información pública debido a que los funcionarios evitan dar conferencias de prensa o hablar directamente con los periodistas.
Y sí Sr. K, todo es resultado de su rotunda negación a dar conferencias de prensa; el no hablar nunca con los periodistas, a no ser alguno que otro de CQC, que se le cagan de risa en la cara, le agregan pelucas y cornetas, haciendolo quedar como un ridículo, que no sabe qué otro malavar hacer para esquivar las preguntas incisivas.
Pierda cuidado que nos damos cuenta del teatro mediático que se levanta, ocultando propuestas, y un camino político a seguir, que no hace más que distraer y esconder una realidad que es lamentable.
No olvide Sr. que hoy por hoy el periodismo tiene la fuerza del cuarto poder,y no por nada la de hoy es la sociedad de la información. Así como pueden hacerlo subir, en el momento menos pensado, se lo puede hundir. Cabe recordar que se responsabiliza de la caída de De la Rua a Marcelo Hugo, después del papelon que "Chupete" hizo en Video Match allá por el año 2000.
No nos olvidemos nosotros que, aquel 25 de mayo de 2003,en el acto de asunción, el Presidente se lastimó la frente con una cámara de televisión. Y sí, arrancamos mal desde el principio.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), a partir de la presentación de un informe en el día de ayer, denunció la cantidad de obstáculos y amenazas que se presentan al ejercicio periodístico y aseguró que la situación se agrava día a día en países de América.
Los peores del curso son Colombia, México y Venezuela; pero nuestra querida Agentina no se queda atrás.
El informe menciona que la libertad de prensa en Argentina está erosionada por la “obsesión” del Gobierno de conseguir la uniformidad del pensamiento y su “intolerancia” al pluralismo de ideas.
El documento agrega que los medios argentinos no tienen acceso a la información pública debido a que los funcionarios evitan dar conferencias de prensa o hablar directamente con los periodistas.
Y sí Sr. K, todo es resultado de su rotunda negación a dar conferencias de prensa; el no hablar nunca con los periodistas, a no ser alguno que otro de CQC, que se le cagan de risa en la cara, le agregan pelucas y cornetas, haciendolo quedar como un ridículo, que no sabe qué otro malavar hacer para esquivar las preguntas incisivas.
Pierda cuidado que nos damos cuenta del teatro mediático que se levanta, ocultando propuestas, y un camino político a seguir, que no hace más que distraer y esconder una realidad que es lamentable.
No olvide Sr. que hoy por hoy el periodismo tiene la fuerza del cuarto poder,y no por nada la de hoy es la sociedad de la información. Así como pueden hacerlo subir, en el momento menos pensado, se lo puede hundir. Cabe recordar que se responsabiliza de la caída de De la Rua a Marcelo Hugo, después del papelon que "Chupete" hizo en Video Match allá por el año 2000.
No nos olvidemos nosotros que, aquel 25 de mayo de 2003,en el acto de asunción, el Presidente se lastimó la frente con una cámara de televisión. Y sí, arrancamos mal desde el principio.
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