Papelitos para mi!

Será que es necesario borrarse de lo cotidiano para ser feliz... y sí, es así. Durante meses, y no sé si llego a contabilizar un año, las estructuras y lo mismo de siempre fueron mi telón, y de pronto... pluf! bombita de humo y salí del placard... y qué bueno está Dios! Es ahí cuando todo, todito lo que te rodea coquetea con vos. Lugares nuevos, o viejos que no visitabas hace mil, personas nuevas u otras que tampoco veiás hace mil... todo planteado para papelitos de colores.
Y de pronto como un barrilete, te tiran para abajo... no se puede vivir eternamente así... pero qué bueno es tener esos pequeños momentos suspendidos en el tiempo, en donde nada importa más que la escena que está teniendo lugar en el escenario, en ese momento, en ese lugar y nada más.
Y lo mejor, esos momentos suspendidos te alimentan durante la sequía de lo cotidiano, hasta que otro momento de papelitos de colores vuelva...

Ojalá no vuelva a pasar tanto tiempo para que los papelitos me despeinen el flequillo...