5 de diciembre de 2007

Ferreyra que te quiero Ferreyra


Esta mañana floreció la polémica por el cambio de nombre del Palacio Ferreyra. ¿Para qué caer en debates sin sustentos lo suficientemente contundentes?, en pocas palabras... ¿para qué discutir semejante pavada?
Parece no alcanzar la cantidad de atropellos que se efectuaron sobre los propietarios del palacio y más aún, sobre la estructura del mismo. Si bien constituye un patrimonio inmenso para la vida cultural de la ciudad, creo que ya es suficiente con su restauración.
Lo que más aterroriza son algunos de los argumentos que se utilizan para fundamentar el cambio de nómina del lujoso museo. Algunos sostienen que Ferreyra es un apellido que representa a la oligarquía cordobesa, por lo que su reemplazo por el nombre de Evita, le otorgaría un sesgo popular al museo, una apertura a lo masivo.
Me parece que nada tiene que ver el nombre. Tampoco entiendo por qué la elección del nombre Evita, y no otro. En fin, como en millones de otras ocasiones, hay cosas más importantes por resolver. Sr. De la Sota culmine su gobierno con el perfil bajo que viene manteniendo desde las polémicas elecciones del 2 de septiembre. Ya tendremos cuatro años por delante para pensar, repensar y volver a pensar el nombre del palacio.

1 comentario:

Pablo G dijo...

nena:
yo también hablé del tema en mi blog, era obligado.
José Manuel no lo habrá podido vender pero le dejó su marca... no, no "corazón de mi país", sino la peronista.

saludos