5 de octubre de 2011

Agua con hielo

Y de la nada, plumm… baldazo de agua fría. La hora del almuerzo se apoderó de mi inocencia, me la robó, como encapuchado con pasa montañas en medio de la noche entró a mi mundo, y con un comentario al pasar paralizó todo. Paulatinamente todo empezó a cobrar forma. Una vez más, me encuentro subestimando situaciones… nena tonta! Pero qué puede provocarle una manchita más a este viejo tigre? Se me pega en el lomo, me molesta las primeras 24 horas, se acomoda y me la sacudo. Fuera, no molesta más!

No tientes al destino porque te podés quemar… me canso de tentarlo y hasta el momento no me quemó tanto, o quizás las quemaduras ya no son tan calientes. Mi gran temor es dejar de tentarlo y aburrirme…

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