3 de abril de 2008

Es cuestión de discurso... no de género



No se si será un recurso sumamente útil, o un pedido de compasión, o el karma de la Sra. Fernandez de Kirchner. ¿Qué necesidad se esconderá detrás de su constante apelación a su condición de mujer?
Además de su "Argentinos y argentinas... Argentinos y argentinas", figurita repetida hasta el hartazgo en sus discursos, incluso dentro de un mismo párrafos, el hecho de mencionar que es mujer y que por eso todo le cuesta más, se ha vuelto uno de sus soldaditos de batalla favorito. El pasado martes llegó a mencionar algo así como que otro pecado que había cometido era el de haber nacido mujer.
Me parece que el traje de víctima aparente a Cristina le queda bastante cómodo "Nunca vi en tan poco tiempo, tantos ataques, ofensas e insultos a un gobierno elegido por la voluntad popular". , un ejemplo dentro de miles más.
No hace falta ser demasiado entendido en análisis de discurso para percibir que hay espacios a los que la presidenta recurre con frecuencia durante sus exposiciones. El golpe militar del 76´, por más que se esté hablando de el paro del campo, de Ingrid Bentancourt, o de los pajaritos que vuelan en África, siempre le encuentra la vuelta para meter cucharada en la represión de los 70´. Las madres y abuelas de Plaza de Mayo, otro tanto. Da la sensación que le da mucha seguridad el tener a las mujeres de pañuelo blanco ubicadas cerca del escenario, a las que hace referencia en cuanto puede.
Y por último, y no por eso menos importante, me llamó poderosamente la atención el enorme parecido de su tono de voz con el de Eva Perón. Ese tono al borde del llanto, sufrido y melancólico. Sobretodo al final de las oraciones, imposta la voz de manera idéntica. Es que comentan las malas lenguas que ha tomado clases de oratoria, tomando al pie de la letra cada uno de los elementos característicos del discurso de la Reina de los descamisados.
Cómo me gustaría ver lo que diría Evita si se levantara y viera este pseudo "gobierno del pueblo".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tal cual, imita el tono de Evita. Eso se llama personalidad nula.