14 de junio de 2008

Córdoba por estos días


Basta con dar un paseo rapidito por la Ciudad de Córdoba para que ver que entramos en un retroceso atroz...

Caminar por la peatonal es misión imposible. Convertida en un mercado persa, tierra de nadie -sin control por el paro de los municipales- en donde productos como muñecos de globo rellenos de harina, sweaters de lana de llama, y salame de la colonia, están a la orden del día. La idea es ver quién oferta el producto más novedoso y distinto al resto. Mientras tanto, los peatones quedamos reducidos a caminar por los costados, sumamente colapsados.

La paqueta avenida de Hipólito Yrigoyen está impregnada por el humo de los puestos de choripán que se ubican a lo largo de todo el centro, y en algunos puntos claves de Nueva Córdoba. Pero la gente se acostumbra y el choripanero con los chorizos, el chimichurri, los panes y el fuego se han vuelto un cotidiano escenario de la ciudad.

Y la infaltable postal de estos días, las interminables colas en las estaciones de servicio para llenar los tanques de nafta. Amontonamientos de conductores, en autos y motos, llegan a ocupar hasta 3 ó 4 cuadras alrededor de las estaciones. Un panorama realmente desolador... ni hablar si uno se dispone a pisar un supermercado, y no la despensa de "doña pochola" del barrio, digo los grandes supermercados, hay que prepararse para llevarse productos alternativos, o no llevar nada, porque no hay nada.

Además tenemos la suerte los cordobeses de que Córdoba sea una de las provincias más castigadas del país por el alejamiento entre el gobernador Schiaretti y la Presidenta.

El tema de conversación por estos días es ese. Te subís a un taxi, y el taxista te habla de eso, en los medios se habla de eso, con mis amigas de la facu hablo de eso, los profesores hablan de eso, en el laburo se habla de eso. Es el tema central de la agenda de todo ciudadano argentino.

De esta manera, enumerando una serie de atrocidades con las que uno debe intimar cada mañana que se levanta, contradigo el concepto perfecto que ayer enunció un profe: "La premisa fundamental del ser periodista consiste en no sólo la denuncia, el agravio, y la crítica, sino también en el aporte de soluciones, de salidas alternativas a determinadas situaciones. Pero ante una situación tan compleja, que afecta a una vasta parte de la sociedad, que atraviesa a los distintos sectores sociales - desde los bajos hasta los altos- ¿qué salida puede aportar uno?... La gente está muy enojada, está violenta, está cansada, y esta combinación no ha traído buenos resultados si uno analiza la historia, y la historia reciente. Sólo basta con caminar por la ciudad para percibir esto...

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